Desatemos el nudo

Te he observado y he visto cómo tratas de sobrevivir nadando a contracorriente en tus lagunas mentales. Te observo en el presente y tengo la sensación de estar hurgando en todas mis heridas del pasado. No hay una razón lógica que me permita explicar la necesidad que tengo de ayudarte a salir de tus lagunas y enseñarte a nadar a favor de la corriente. Quiero que vivas porque tan solo sobrevivir es agotador, pero no te confundas, mi sentimiento no es de pena, sino más bien una mezcla de compasión y empatía.

Contemplar tu agonía me recuerda lo que es vivir enfadada con mis ojos por verlo todo oscuro. Siempre buscaba luz en mi oscuridad sin tener éxito, pero lo cierto es que tardé años en darme cuenta de que llevaba una venda que me imposibilitaba ver con claridad. Y cuando te observo, esto es lo que veo: una persona que necesita quitarse la venda sin ni siquiera saber que la lleva. Me gustaría poco a poco desatar el nudo de la venda que te hace ver el mundo tan oscuro y hacerte percibir que eres un ser de luz que ilumina todo lo que hay a su alrededor. Ven, coge mi mano y déjame guiarte en el viaje, déjame mostrarte que si aprendes lo que es brillar, nunca volverás a temerle a la oscuridad.